En suspensión
La pausa es una forma de relacionarse con la incertidumbre. Podemos abrazar el potencial de la posibilidad mientras la práctica del Continuum nos ayuda a utilizar la pausa para ganar en claridad.
21 de septiembre de 2020
"Estar en el entremedio" a menudo se vive como una posición desconocida, a veces incluso incómoda. La dirección aún no está clara. ¿Cuál será el siguiente movimiento?
En Continuum, cultivamos este momento de no saber. La pausa es el momento en el que nuestro sistema espera, en el que podemos descansar y reunir energía para prepararnos plenamente para avanzar hacia el siguiente momento. Podemos comparar este estado de suspensión con un lago que acumula el agua justo antes de verterse en una cascada, o con el agua que se acumula en un embalse para crear electricidad.
Estamos constantemente en momentos "intermedios". Vivimos en el tiempo y el espacio entre la inhalación - exhalación, el despertar - el dormir, el día - la noche... Cada cruce en el tráfico o en nuestro camino, cada próximo movimiento que hacemos, qué comida cocinar... Cuando veo a una persona, ¿bajamos la mirada o saludamos? ¿Miro a mi teléfono para ver el tiempo o miro al cielo para ver realmente el tiempo?
Es el momento potente en el que todas las posibilidades están latentes. Es el punto de quietud real, desde el que es posible un nuevo nacimiento.
El momento de "aguantar en el intermedio" hecho consciente, se convierte en el momento de la elección. ¿Cuánto tiempo aguanto ahí, sin que se haya hecho la elección? ¿Quién hace la elección? ¿Qué opciones hay?
Cuando se practica el Continuum, navegar por estos momentos intermedios suele resultar más fácil. El "estar en el medio" da una sensación específica de nutrición, como de cosecha y de restauración. Puede resultar incómodo en el momento en que se piensa: "¿Cuánto durará esto? Ya he estado bastante tiempo en esta posición!"
Si me lo permito, el punto de suspensión no es una elección. Es simplemente esperar, antes de que el siguiente movimiento venga, naturalmente, por sí mismo. Está tomando impulso.
Y, por supuesto, cuando parece atascado, puedo invitar al siguiente movimiento a través de una respiración, un sonido, un micromovimiento consciente, por ejemplo, en o con los dedos de las manos o de los pies. Pero, ¿qué pasaría si me permitiera esperar de verdad? ¿Y no sólo en la esterilla al practicar, sino también en mis otros momentos de elección? ¿Cuánto tiempo quiere/necesita mi sistema aguantar ahí? ¿Estar en suspensión? ¿Reunir la energía para preparar todo el sistema, dentro y fuera de mí, para crear la circunstancia perfecta para el siguiente movimiento?
En estos tiempos, ¿no estamos en una gran suspensión? Tantas preguntas, pero aún no sabemos las respuestas. Tantas opciones. Tantos puntos muertos. Y luego, a veces... un movimiento repentino. Sin pensar ni elegir la dirección. Sólo la claridad del movimiento correcto y exacto.
Descansa cuando el movimiento no está ahí.
Muévete cuando el movimiento está ahí.
¿Qué más hay?
¡DISFRUTA DE LA INDAGACIÓN!