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Desarrollo somático como biotecnología

Desarrollo somático como biotecnología
A partir de su experiencia personal en la exploración de las prácticas somáticas, y del Continuum en particular, Sylvain explora el concepto de vida encarnada como una forma de "biotecnología".

20 de marzo de 2019

¿Qué es la "biotecnología"? ¿Es la capacidad de producir fuego, o de esculpir herramientas afiladas, o de tener Internet? ¿Y si hubiera otra cara de la tecnología? ¿Podríamos darle la vuelta a la moneda y darnos cuenta de que NOSOTROS podemos SER una tecnología de la propia Vida? ¿Quizás el cuerpo es una tecnología viva y biológica?

A una edad temprana, me sentía muy incómodo con mi cuerpo; era una fuente de incomodidad, miedo y a veces sufrimiento. Sentía tantas cosas discordantes... respirar nunca era suficiente... mi cuerpo no se veía como mi mente quería... mi cuerpo y yo no éramos buenos amigos.

A mis veinte años, me pareció un descubrimiento revolucionario, cuando experimenté por primera vez que las sensaciones corporales podían cambiar mi relación con mi cuerpo para bien a través de la conciencia del movimiento.

En aquella época, mientras aprendía danza contemporánea, también descubrí la técnica Alexander y el método Feldenkrais. Estos métodos resonaban con mi enfoque contemporáneo de la danza y el movimiento.

Sentir que mi condición de ser humano (bastante desconectado de mi cuerpo) podía cambiar drásticamente a través de simples exploraciones de movimiento y conciencia corporal, me pareció tan importante como el descubrimiento de la relatividad por parte de Einstein, pero nadie hablaba de esta nueva forma de relacionarse con la condición humana en mi entorno cultural.

25 años después, aquí en Francia, todavía hay pocas personas que parecen haberse dado cuenta de este nuevo paradigma que comenzó hace un siglo con pioneros como Rudolf Steiner, Rudolf Laban y F. M. Alexander. Estos pioneros comprendieron que los ritmos del movimiento y la respiración son la base de nuestra experiencia humana.

Los descubrimientos científicos se han centrado en la comprensión del universo que nos rodea, en la comprensión de nuestros comportamientos, en el desarrollo de tecnologías para aliviar el dolor, en el cambio de nuestra bioquímica, en el desarrollo de armas con potencial de destrucción masiva, en los viajes a la luna... Y, sin embargo, el habitar nuestro propio cuerpo ha sido ignorado, como la tierra seca del desierto. Esta falta de aprecio por el cuerpo se manifiesta especialmente en nuestro miedo cultural general a la muerte. Nuestra falta de comprensión de la experiencia de la corporeidad nos lleva a negar la muerte, el fin de habitar este nuestro ser físico.

Pioneros, como nuestra querida Emilie Conrad, han creado el reino de la somática, el estudio y la comprensión de que convivimos con un cuerpo, nos guste o no. Para la mayoría de nosotros, vivir en contacto con nuestro cuerpo es como vivir en una tierra extranjera; no estamos sintonizados con nuestro cuerpo ni con las sensaciones, porque nuestro enfoque es vivir con un enfoque externo de nuestra existencia, que está integrado en las actitudes culturales colectivas que niegan el cuerpo. Desgraciadamente, las actitudes culturales dominan y dictan la norma que define la relación que tenemos con nuestro cuerpo, en lugar de valorar nuestra experiencia sensorial personal de conciencia corporea.

Emilie fue una de las primeras en hablar con franqueza y atreverse a mencionar el panorama general al publico. ¿Y si nos dirigimos hacia un muro evolutivo con nuestras tecnologías científicas y militares? Una tecnología evoluciona según sus medios y funciones. ¿Cómo mejoramos o afinamos nuestra tecnología corporal que está organizada en fluidos, tejidos, células, proteínas, ADN y más?

La revolución de los enfoques somáticos, y del Continuum en concreto, consiste en dar vuelta la medalla y mirar hacia dentro para desbloquear las biotecnologías dentro de la Vida. Podemos ser parte de un regalo oculto, sin saber que las tecnologías para nuestra propia evolución están instaladas dentro de nosotros. ¿Y si las biotecnologías pueden activarse a través de la conciencia, la resonancia sonora, las ondas cósmicas, los fotones, las fuerzas electromagnéticas y los movimientos?

La ciencia está empezando a tener en cuenta la perspectiva de la somática. ¿Estamos preparados para entrar y habitar nuestros cuerpos?